jueves, octubre 26, 2006

Concejos municipales, ¿sí sirven?

Por: Carlos Alberto Franco*

El ciudadano corriente vive preocupado por la eficiencia y eficacia de quienes administran y gestionan lo público, porque no ven cambios en las costumbres políticas, transformaciones profundas en la manera de encarar el desarrollo urbano y propuestas innovadoras para construir ciudad con todos los actores de la vida parroquial: empresarios y trabajadores, estudiantes y docentes, agricultores y jornaleros, médicos y enfermos. Nos preguntamos ¿Sirven las corporaciones públicas y los concejos, la Contraloría y la Personería , las JAL (Juntas Administradoras Locales) y las JAC (Juntas de Acción Comunal)? La respuesta, respecto a nuestro Concejo Municipal, es defraudante – no tanto porque no tenga funciones y amplias responsabilidades con el pueblo que lo elige -, sino porque el desempeño de tantos “honorables” (19 para Palmira) es menguado, marginal e irrelevante. Del estudio y aprobación del presupuesto anual de ingresos, gastos e inversión, no pasa. Esa herramienta esencial para redistribuir riqueza, es una colcha de retazos: partidas aquí y allá, que reflejan politiquería al menudeo; bombones a unos y chupetas iniciales a otros; promesas a los incautos y aplazamiento de lo “importante”, para abordar solo lo “urgente”. Si revisamos la ley 136 de 1994 (régimen, funciones, principios rectores, competencias, y ante todo las atribuciones de esa corporación política en sus articulos 21 a 42), vemos que son amplias y determinantes para el desarrollo local: policía, citación a funcionarios, tránsito y transportes, contratación, delegación en juntas, establecimiento de impuestos, preservación del patrimonio cultural, reglamentos urbanos, valorización, órganos de control, presupuesto, estímulos tributarios, usos del suelo, delegaciones a las JAL, elección de funcionarios, reformas a plantas de cargos, control político, espacio público, ordenamiento territorial, subsidios de servicios, creación de empresas mixtas y eice’s, cabildos abiertos etc. Más competencias, ni pensarlo. Tienen tanto oficio, que generalmente terminan por incumplir o solo cumplir a medias. Cuando una corporación como el Concejo – que refleja en su composición a todos los especimenes de la clase política con sus limitaciones de información, estudio a fondo de la problemática social, carencia de proyectos ambiciosos y mezquinos convenios con alcaldes que “corrompen” su independencia y autonomía critica -, llegamos a una conclusión: la democracia local es una farsa y una entelequia que aparenta legitimidad y que no controla, no promueve y no lidera. ¿Son todos los Concejos iguales? No. Bogotá y Medellín, Pasto y Popayán, Salento y Villa de Leyva – por nombrar algunos -, son ciudades en las cuales se lucha por el control y el buen uso del territorio y la posibilidad de recrearlo, la mejor postura en educarlo y la necesidad permanente en estimular a quienes lo habitan, pagan sus impuestos y generan valor agregado(1). ¿Quiénes se colocan la camiseta para lograrlo? Ante todos sus concejales. La ejecución corresponde al alcalde y la planeación, normatividad, evaluación y control expost, es competencia del Concejo.

Unas preguntas para los concejales Chávez y Moncayo, Luna y Muñoz, Reyes Kuri y Arboleda: ¿Cuándo se aprueba el “plan maestro del espacio público”? ¿Cómo se delimitarán las competencias municipio – CVC para invertir $3.500 millones / año, provenientes de la sobretasa ambiental? ¿Cómo se aprobará el Plan Vial de Tránsito y Transporte si se crea un estatuto de valorización? ¿Se exigirá perentoriamente a Acuaviva que invierta siquiera el 50% de las obras del II plan maestro? ¿Con quienes se elaborará la reestructuración del Plan de Cultura, defensa del patrimonio arquitectónico y creación del museo antropológico de la cultura Malagana? ¿Cómo se concluirá la etapa final del Hospital San Vicente? ¿Será posible la zona franca turística y el parque Ilama? Siete problemas que requieren respuestas concretas. Mi aforista de cabecera sentenció que “entre la obra lograda y la obra fallida no existe diferencia que la razón esclarezca, sino la distancia que el espíritu constata”. Si por sus obras los conoceréis, señores concejales, Palmira quiere acción!!!
Palmira, Octubre 9 de 2006
Notas
*Carlos Alberto Franco es Arquitecto de profesión y actualmente hace parte de la veeduria ciudadana "Despierta Palmira". Durante algún tiempo colaboró para el semanario "Palmira Hoy", publicación de la cual salío por presiones políticas (censura); también ha publicado en el medio independiente de Humor-Político y crítico del municipio de Palmira "El Aguijon" , dirigido por la Doctora Deisy Idalia Calderón
(1) Es de anotar que los concejos municipales de estas ciudades son más activos, pero de igual manera también es de aclarar que ello no garantiza la buena distribución y empleo de los dineros públicos. (Comentario de Palmira sin infamia)