El comercio y “lo actual”,”lo de momento”, siempre han estado articulados como estrategia de mercadeo. Por lo regular, es el comercio quien define la moda, las tendencias, los cantantes, y todo aquello que represente ganancia, lucro. Y en ello, la publicidad juega un papel esencial. Utilizando Radio y Televisión moldean gustos, tendencias, y hasta la personalidad de los jóvenes
Las estrategias publicitarias no están ni vienen solas. El moldeamiento de la personalidad está acompañado de espacios físicos que refuerzan y se lucran de este hecho. Nos referimos aquí a los Centros Comerciales, espacios donde las modas, los ritmos musicales, la comida, y los juegos electrónicos, se encuentran presentes afectando la cotidianidad de la juventud.
El Centro Comercial se ha convertido en un sitio de encuentro obligado para los adolescentes, para aquellos que desean pertenecer y ganar un espacio de reconocimiento entre sus contemporáneos; en otras palabras, los jóvenes buscan destacarse dentro de un estilo de vida diseñado y estructurado por campañas publicitarias, campañas estratégicas cuyo poder de persuasión es capaz de moldear, incluso, toda la estructura familiar, determinando prioridades y la forma como las personas se relacionan en sociedad.
Los Centros Comerciales actualmente se diseñan de tal forma que las personas no tengan necesidad de salir de ellos. Bares, discotecas, cines, restaurantes, almacenes, juegos mecánicos, etc., hacen de estos lugares ciudades artificiales, mundos virtuales tipo estrato seis donde no se refleja la pobreza ni los problemas sociales. Todo es bonito en el Centro Comercial, agradable para los jóvenes de todos los estratos que acuden a él y se alejan de la realidad. Los problemas no caben, no tienen lugar, en un estilo de vida moldeado para encajar en ciudades virtuales tipo estrato seis.
Los jóvenes no están de paso por el Centro Comercial. Están atrapados, inmersos en un rito cotidiano que rinde culto a la manipulación publicitaria, la cual se impone masivamente a través de los medios de comunicación.
Hay quienes dirán que los jóvenes tienen derecho a decidir y hacer parte del estilo de vida que se recrea en los Centros Comerciales, afirmando que esto hace parte del libre desarrollo de su personalidad. Debemos aclarar algo. Cuando los medios de comunicación prácticamente sólo promueven una opción a escoger, al tiempo que relegan, ocultan, o discriminan otras opciones, de lo que estamos hablando, entonces, es de “manipulación del desarrollo de la personalidad”, intervención sutil, pero efectiva, que provoca la pérdida de la autonomía y la posibilidad de ser diferentes, manipulación que pone la juventud al servicio de intereses privados que se encargan de definir su personalidad.
En esto recae, en gran parte, que los jóvenes cada vez estén más alejados de su realidad, que no les importe los conflictos y problemas que aquejan a su barrio, su ciudad, o su país, esto es más que obvio, pues ellos actualmente están fascinados viviendo en un mundo virtual, en un despampanante Centro comercial.