jueves, marzo 08, 2007

LA MUJER DE MIS SUEÑOS


Una mujer desnuda acostada, 1940
Debora Arango

Entre imágenes inciertas ahí estabas, pues soñaba. Y en aquel abismo tu figura era la de Manuela, Policarpa, Omaira y Safo de Lesbos en una misma cama. También eras vino, agua y veneno en una gota de pólvora que me resguardaba de ejércitos invasores. Y tenías ojos… que no eran los ojos de “todos y todas”. Eran los ojos de seres insospechados que aún son inéditos para las jaulas del género, seres que habitaban en tu mirada y se resistían a ser capturados por las palabras, pero, al fin y al cabo, creo que tan sólo eran seres humanos. Luego fuiste trocha bifurcándote hacia la clandestinidad del trópico. Quise seguirte, pero tardíamente. En aquel instante derribaron la puerta. Y desperté recordando que simplemente no eras nada. Ahora la caravana de la muerte había llegado hasta mi habitación.

Alexander Escobar