“Hay mucha gente interesada en que todos tengan que callar…
para que no se hable de ellos”.
Jacinto Benavente.
Después de tantos intentos por cambiar la realidad histórica, social y política de las sedes regionales de la Universidad del Valle (Univalle), los estudiantes acudieron una vez más a lo que el sistema imperante les ha obligado a hacer: organizarse, movilizarse, resistir y luchar. De ahí que en el mes de Abril de 2005 inicio la gesta reivindicativa y emancipatoria del estudiantado univalluno de Palmira, Tuluá, Yumbo y Norte del Cauca, entre otras esporádicamente. Se trató de una toma pacífica unida a un pliego petitorio que por más de 30 días los estudiantes supieron defender. Dando como resultado que el día 12 de Mayo de 2005 en sesión del Consejo Superior de la Universidad del Valle en pleno, encabezado por el señor Gobernador Angelino Garzón, se logró desmontar los cobros injustos de los derechos de sede, obteniendo una tabla de matrícula justa y un bienestar estudiantil real. Todo esto traducido a través de la Resolución No. 025/05 de dicho consejo. Posteriormente surgió la Ordenanza Departamental del Valle del Cauca No. 204 de julio 25 de 2005. Tal vez ha sido ésta una de las reivindicaciones más grandes del Movimiento Estudiantil Univalluno en los últimos 30 años, pues hablamos en cifras de más de $10.000 millones de pesos anuales, los cuales tienen en jaque a la administración de la Universidad, porque el gobierno de Angelino Garzón está próximo a concluir y no se garantiza que quien continué mantenga esa política. Y es ahí precisamente donde radica el lastre histórico de los 20 años de existencia del sistema de regionalización, porque las directivas de la Universidad nunca previeron esto ni se preocuparon por dar soluciones a este problema de dos décadas, así se devanaran los sesos imponiendo planes de desarrollo que han sido ‘inocuos’.
Las directivas pasadas y presentes tienen pues una deuda histórica, la cual es la de lograr obtener la partida presupuestal del gobierno nacional, la cual hace 20 años no fueron capaces de exigir. La Universidad de Antioquia copió el modelo regional de la Universidad del Valle, pero hizo muy bien la tarea desde el principio, es decir, exigió una partida presupuestal digna al gobierno nacional, y lo logró contando con el apoyo del pueblo y la bancada parlamentaria antioqueña presente en el Congreso de la República. Pero en cambio en el Valle del Cauca no logramos absolutamente nada, porque en su momento, al parecer, no hubo ni voluntad ni gobernadores, ni rectores, ni congresistas interesados en la Univalle ni en los hijos del pueblo vallecaucano.
Estos primeros veinte años se han convertido en el lastre histórico que no podemos dejar de analizar y cuestionar, debido a que en su devenir hemos encontrado muchas inconformidades que señalan que la propuesta regional educativa fracasó rotundamente. El sistema de sedes regionales de la Universidad del Valle ha caducado porque, aún habiéndose ganado la reivindicación de los estudiantes, no cuenta con una partida presupuestal real que sufrague todos los gastos.
Estampilla y construcción de sedes
Otros temas igual de importantes como la inversión de la estampilla y la construcción de las sedes aún están en veremos; una estampilla que fue creada para garantizar el desarrollo y la inversión en cada una de las sedes regionales, con aplicación de manera especifica, fue redireccionada a cubrir la deuda generada por la crisis de Univalle del año 1998, ahí se perdió en el limbo el futuro y desarrollo de las sedes. Y es cuando debe preguntarse en todos los Concejos municipales donde hay presencia de la Univalle, ¿dónde están las platas recaudadas en los municipios por concepto de estampilla para beneficio de las sedes regionales y sus estudiantes? ¿qué pasó con la condonación o renegociación de la deuda planteada por la administración de la universidad a los bancos? Recordemos que dicha pignoración (pago en empeño) está hasta el año 2008, en pagos constantes de miles y miles de millones de pesos (1) que no permiten que en Univalle exista una real inversión.
En el caso de la construcción de las sedes de la Univalle en los municipios, encontramos que no hay ningún tipo de avance concreto que evidencie que por fin, después de tanta especulación y falsas expectativas, la comunidad va a poder contar con la concreción de una infraestructura propia y digna para la formación idónea de los estudiantes regionales presentes en los municipios del Valle del Cauca y Santander de Quilichao en el Cauca, aunque esta última sede está aún más jodida –pertinente expresión- que las demás por no ser ni chicha ni limo’na. Pero lo cierto es que los estudiantes y las comunidades norte caucanas se han identificado más con el Valle del Cauca y con nuestra Univalle, y ahí la administración de la universidad tiene que poner todo su empeño para no dejarlos a la vera del camino -o mejor tirados a su propia suerte-. Por tanto, los vallecaucanos debemos estar pendientes de que esto no suceda e invitarlos a la anexión de nuestro territorio, porque en el Cauca no han tenido ni pasado, ni presente ni futuro social, político e histórico (2). Es decir, tendremos que realizar una gran movilización para reivindicarnos y superar este lastre histórico.
Precisamente, luego de la admirable gesta realizada por todos los sectores democráticos aún presentes en la Universidad del Atlántico (Estudiantes, Trabajadores, Profesores y el pueblo en general), los estamentos de la Universidad del Valle por iniciativa de los estudiantes, hemos decidido asumir la tarea de movilizarnos y exigir una partida presupuestal al gobierno nacional, que logre superar la crisis histórica que otros no quisieron o no les dio la gana hacer. En ese sentido, desde ahora convocamos a todo el pueblo caleño, vallecaucano, norte caucano, del litoral pacifico, del eje cafetero y por supuesto a todos los estudiantes, profesores y trabajadores, gobierno departamental, municipales y directiva de la Universidad, para que se sumen a esta agitación y movilización que tendrá como fin estar en Santafé de Bogotá DC, los días 08, 09 y 10 de Noviembre de 2006, para exigir un presupuesto digno al gobierno nacional, para el normal y adecuado funcionamiento de las sedes regionales de la Universidad del Valle. Y si la administración de la Universidad no ha sido capaz de dar la cifra a exigir, a pesar de contar con un pseudo plan de desarrollo reciente, entonces los estudiantes, profesores y trabajadores la exigiremos.
Las directivas pasadas y presentes tienen pues una deuda histórica, la cual es la de lograr obtener la partida presupuestal del gobierno nacional, la cual hace 20 años no fueron capaces de exigir. La Universidad de Antioquia copió el modelo regional de la Universidad del Valle, pero hizo muy bien la tarea desde el principio, es decir, exigió una partida presupuestal digna al gobierno nacional, y lo logró contando con el apoyo del pueblo y la bancada parlamentaria antioqueña presente en el Congreso de la República. Pero en cambio en el Valle del Cauca no logramos absolutamente nada, porque en su momento, al parecer, no hubo ni voluntad ni gobernadores, ni rectores, ni congresistas interesados en la Univalle ni en los hijos del pueblo vallecaucano.
Estos primeros veinte años se han convertido en el lastre histórico que no podemos dejar de analizar y cuestionar, debido a que en su devenir hemos encontrado muchas inconformidades que señalan que la propuesta regional educativa fracasó rotundamente. El sistema de sedes regionales de la Universidad del Valle ha caducado porque, aún habiéndose ganado la reivindicación de los estudiantes, no cuenta con una partida presupuestal real que sufrague todos los gastos.
Estampilla y construcción de sedes
Otros temas igual de importantes como la inversión de la estampilla y la construcción de las sedes aún están en veremos; una estampilla que fue creada para garantizar el desarrollo y la inversión en cada una de las sedes regionales, con aplicación de manera especifica, fue redireccionada a cubrir la deuda generada por la crisis de Univalle del año 1998, ahí se perdió en el limbo el futuro y desarrollo de las sedes. Y es cuando debe preguntarse en todos los Concejos municipales donde hay presencia de la Univalle, ¿dónde están las platas recaudadas en los municipios por concepto de estampilla para beneficio de las sedes regionales y sus estudiantes? ¿qué pasó con la condonación o renegociación de la deuda planteada por la administración de la universidad a los bancos? Recordemos que dicha pignoración (pago en empeño) está hasta el año 2008, en pagos constantes de miles y miles de millones de pesos (1) que no permiten que en Univalle exista una real inversión.
En el caso de la construcción de las sedes de la Univalle en los municipios, encontramos que no hay ningún tipo de avance concreto que evidencie que por fin, después de tanta especulación y falsas expectativas, la comunidad va a poder contar con la concreción de una infraestructura propia y digna para la formación idónea de los estudiantes regionales presentes en los municipios del Valle del Cauca y Santander de Quilichao en el Cauca, aunque esta última sede está aún más jodida –pertinente expresión- que las demás por no ser ni chicha ni limo’na. Pero lo cierto es que los estudiantes y las comunidades norte caucanas se han identificado más con el Valle del Cauca y con nuestra Univalle, y ahí la administración de la universidad tiene que poner todo su empeño para no dejarlos a la vera del camino -o mejor tirados a su propia suerte-. Por tanto, los vallecaucanos debemos estar pendientes de que esto no suceda e invitarlos a la anexión de nuestro territorio, porque en el Cauca no han tenido ni pasado, ni presente ni futuro social, político e histórico (2). Es decir, tendremos que realizar una gran movilización para reivindicarnos y superar este lastre histórico.
Precisamente, luego de la admirable gesta realizada por todos los sectores democráticos aún presentes en la Universidad del Atlántico (Estudiantes, Trabajadores, Profesores y el pueblo en general), los estamentos de la Universidad del Valle por iniciativa de los estudiantes, hemos decidido asumir la tarea de movilizarnos y exigir una partida presupuestal al gobierno nacional, que logre superar la crisis histórica que otros no quisieron o no les dio la gana hacer. En ese sentido, desde ahora convocamos a todo el pueblo caleño, vallecaucano, norte caucano, del litoral pacifico, del eje cafetero y por supuesto a todos los estudiantes, profesores y trabajadores, gobierno departamental, municipales y directiva de la Universidad, para que se sumen a esta agitación y movilización que tendrá como fin estar en Santafé de Bogotá DC, los días 08, 09 y 10 de Noviembre de 2006, para exigir un presupuesto digno al gobierno nacional, para el normal y adecuado funcionamiento de las sedes regionales de la Universidad del Valle. Y si la administración de la Universidad no ha sido capaz de dar la cifra a exigir, a pesar de contar con un pseudo plan de desarrollo reciente, entonces los estudiantes, profesores y trabajadores la exigiremos.
“El fin de la opresión comienza cuando la juventud se organiza”.
Notas
* Teodoro Rodríguez es Administrador de Empresas y actualmente cursa Licenciatura en Historia en la Universidad del Valle.
(1) Sería oportuno que el estudiantado, en pleno uso de su derecho constitucional a la información, se diera a la tarea de investigar cuáles y en qué monto han sido las erogaciones realizadas por la universidad a la banca en estos últimos 8 años por dar sólo un ejemplo, y ahí nos daremos cuenta del porqué de la crisis de las sedes regionales de la Universidad del Valle.
(2) Mírese la historia del Gran Cauca o de la Gobernación de Popayán, o más recientemente la problemática suscitada con las comunidades indígenas, las comunidades afrodescendientes y campesinas.