jueves, enero 18, 2007

VIOLENCIA POLÍTICA / ¿Quién dispara en Palmira?

Tomado del diario "El tiempo"




Por Ximena Gutiérrez

Mucho me temo que, antes de las elecciones de octubre, la plaza liberal de Palmira, en el Valle del Cauca, se tiña de rojo. Pero no porque el Partido Liberal vaya a recobrar la supremacía perdida cuando a sus líderes raizales (el ‘Motoismo’, del Representante Carlos Fernando Motoa y el ‘Caicedismo’, del ex Senador JulioCésar Caicedo) les dio por voltearse del ‘Serpismo’ hacia el ‘Uribismo’, para saborear desde el 2002 las mieles del régimen presidencial, reelecto en mayo de 2006.

¡No! Esta vez el tinte escarlata en la llamada ‘Plaza Roja’ correrá por cuenta de los asesinos a sueldo que pretenden bañar en sangre a esta ciudad y convertirla de paso en una especie de Yumbo o Buenaventura, en donde para cada elección, hay más miedo que votos y los crímenes siempre quedan en total impunidad (¿qué pasó con la queja del Presidente Uribe a los generales de la Policía, según la cual “hay un individuo que ejerce la política, conocido con el alias de ‘Pucho’, que es el jefe criminal con bandas del narcotráfico en Yumbo”? ¿Sabrá el Presidente que en este municipio hay un sólo ‘Pucho’ y es el alcalde que acaba de entregar su mandato? ¿Tendrá relación esta situación con el asesinato del ex alcade Jairo Romero, asesinado hace un año, el 17 de enero de 2006?).

En la época de mi abuelo Guillermo (hoy de 87 años), la violencia política en Colombia era entre ‘godos’ y ‘cachiporros’. Es decir, se mataban entre conservadores y liberales. Ahora se eliminan ellos mismos. Ambos, con sus derivaciones políticas, se han vuelto verdaderos caníbales partidistas. Ya no les basta con haberse engullido la confianza pueblo. Ahora, llevados por el hambre de poder, algunos líderes buscan ser nominados por su movimiento para luego participar en una elección popular, no importa que sea a punta de bala. Y algunos son víctimas de esa puja.

Ese, parece ser el móvil, del intento de asesinato (elviernes 12 de enero) de Raúl Arboleda, candidato a la alcaldía de Palmira, tras ganar la consulta de su partido, el de la ‘U’, orientado por la Presidenta del Senado Dilian Francisca Toro y su esposo, el palmirano Julio César Caicedo. Raúl Alfredo Arboleda, quien se hizo abogado con su propio esfuerzo, vivió para contarlo. Con dos tiros en la nuca, lo salvó la Providencia… ¡o la inexperiencia del sicario! Pese a formar parte del grupo de nueve concejales sancionados por la Procuraduría (eligieron en el 2004 a un Personero inhabilitado) el trasegar político de Arboleda siempre estuvo marcado por el derrotero de la sensatez.

Esa prudencia, lo llevó primero a prepararse antes de acceder a cargos nacionales (fue Superintendente Delegado para Notariado y Registro), alejado de su natal Palmira, una ciudad donde, además de los altos niveles de corrupción, se registra una escandalosa tasa de 92 homicidios por cada 100.000 habitantes (330 en el 2006). Allí, los órganos de control desarrollan un centenar de investigaciones, impulsadas en gran medida por veedores serios como William Marmolejo, Carlos Alberto Franco y Raúl A. Vásquez. Pero a Raúl Alfredo Arboleda sólo le quedan dos opciones: O regresa como mártir para reafirmarse de candidato a la Alcaldía de Palmira o se refugia en su propio miedo.
¿Perderá por doble ‘U’?
____________________________________
A PROPOSITO DE UNA OPINION.

Dra. Ximena Gutierrez
Diario Occidente Cali.
Vía Email.


Apreciada Ximena:

Recibí su columna de opinión para el diario OCCIDENTE, que con su venia, he distribuido entre muchos palmiranos, por considerarla seria y aguda, un buen ejemplo del periodismo moderno.

La situación en Palmira es muy compleja, como lo es en el resto del país. Las cifras de delincuencia común en la ciudad rondan, en el caso de los homicidios, en una altísima tasa: más de 330 muertos en el año 2006. ¿Qué hacer? Quizás una buena dosis de garrote, combinada con la zanahoria, en el sentido más adecuado del término, o sea una mayor inversión social, con el producto de altos impuestos en Palmira, y transferencias provenientes del SGP. Nadie entiende cómo, sólo el plan de inversiones públicas 2004 - 2007, se consignó para vigilancia y seguridad, la suma exigua de $1 mil millones de pesos, mientras la inversión en salud, educación y saneamiento básico llegará en ese mismo período a la suma de $250 mil millones de pesos, inversión que desafortunadamente se despilfarra en capacitaciones de garaje y programas de atención en salud de dudosa ortografía. La desproporción entre una y otra cifra es aberrante, pero nadie resuelve nada.

La pugnacidad y la polarización política en la ciudad, podría ser un caldo de cultivo que conlleve a más inseguridad y, por ende, a atentados que todos los palmiranos debemos denunciar y rechazar. El caso del Dr. Raúl Arboleda, por sus calidades de ser humano y buen profesional, son una señal de alerta, y que toda la ciudadanía está condenando.

Cuando las elecciones de octubre próximo se avistan en el horizonte, los pactos de gobernabilidad - en razón de las expectativas de muchos grupos políticos para acceder a la alcaldía - se disparan. Es natural que la torta está mal repartida y todos tienen derecho a presentar propuestas, diferentes a la actual, para acceder al poder.

Le agradezco mucho que Ud. mencionara mi nombre en su columna; ello me estimula a seguir ejerciendo con mayor ahínco labores propias de la veeduría ciudadana, combinada en ratos de ocio, con el periodismo investigativo y de opinión.

Servidor y amigo,

CARLOS ALBERTO FRANCO
Veedor.
________________________________
Dr Carlos Alberto:
Gracias por su comunicación. Y gracias también por elaporte de nuevas cifras. Creo que del Sistema Generalde Participación, Palmira podría invertir mucho parael "pan", y así evitar tanto "pun". Conozco la laborde ustedes y la respaldo. Saludos y adelante...
Ximena GutiérrezColumnista
Diario El Tiempoy Diario Occidente.
P.d. La cifra de 330 asesinatos es para alertar acualquiera, ¿quién es el comandante de la Policia enPalmira?