ACUAVIVOS Y ELECTOREROS EN APUROS
IL ÉTAIT FRANÇAIS DE PALMIRA
GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
Las empresas Lyonnaise des Eaux – multinacional del agua francesa – y su hija ACUAVIVA – operadora y administradora del acueducto y alcantarillado de Palmira, Colombia – están viviendo con 5 años de anticipación, su mala hora. Se están jugando su futuro, para sobrevivir 20 años más en el "negoción" que se ganaron hace 10 años, cuando obtuvieron el contrato para prestar en este municipio el servicio de acueducto y alcantarillado.
No es difícil olvidar cómo los dirigentes del liberalismo y de otras organizaciones polítiqueras, se "robaron" de muchas formas a EMPALMIRA durante numerosos años. De ahí, de la incapacidad administrativa y de la corruptela de los políticos tradicionales, desembocaron en la aplicación de la nueva ley 142: privatizaron a EMPALMIRA, sin que los palmiranos se opusieran. Son demasiadas historias las que hoy se tejen alrededor de dichas privatizaciones. Una de ellas, es la de las cajas que recibieron los concejales en una finca en el corregimiento de La Quisquina, cajas que eran iguales y dentro contenían entre $5 y $200 millones de pesos; cada una iba marcada con el nombre del concejal que había apoyado con su voto la entrada de los franceses a Palmira y el dinero que ellas contenían, pagaba con creces el trabajo del concejal en dicho proceso de privatización. Esa fue la prima de éxito ganada por los concejales.
Esta historia nos conduce a aquella columna de Antonio Caballero, publicada en la Revista Semana hace casi 14 años, en la que se refería a la empresa Lyonnaise des Eaux, cuando obtuvo el contrato de recuperación del río Bogotá. Escribió Caballero: "sabe tanto de tratamiento de aguas negras, como de tratamiento de políticos… en sus presupuestos incluyen todo: costos reales, 'sobornos', 'comisiones ilegales' y el pago de 'propinas', valores que al final terminan pagados por sus usuarios y no de sus utilidades"…
Ahora necesitan los "acuavivos" que los voraces polítiqueros le prorroguen el contrato 15 años más, para cumplir con lo que no han logrado efectuar en 10 años, contando con la complicidad de los alcaldes Motoa y Castro, junto a sus concejales.
Se lanzó la Lyonnaise des Eaux con anticipación a pedir el alargue del contrato. Cuentan con el aval del alcalde Adolfo Castro y de una mayoría apreciable de concejales. Para los galos es más fácil y económico, "talvez", cobrar a los palmiranos - vía tarifa - los sobornos, las primas de éxito, las comisiones y las propinas ilegales que tengan que cancelar en este tiempo, que las que tendrían que pagar dentro de 4 años; además, saben los franchutes aprovechar la actual coyuntura política: estamos en campaña electoral y quienes alguna vez negociaron con ellos, no tendrían ningún recato en volver hoy a renegociar.
Vaya cuento lo urdido para obtener la prorroga: que los bancos BID, BBVA y BANCOLOMBIA, les prestarán $30 mil millones de los $140 mil millones de pesos que necesitan para cumplir con las obras que establece el contrato original, siempre y cuando les amplíen el plazo 15 años más. No cuadran las cuentas, el 70% de la inversión de $140 mil millones, no es el monto del crédito de $30 mil millones que afirman les otorgarán.
La administración del alcalde Motoa Kuri les renovó el contrato de asistencia técnica, por valor de U. S. $7,5 millones de dólares, que estamos pagando vía tarifa. Vaya abuso de autoridad y desprecio de ese alcalde y sus concejales, por las necesidades del pueblo.
Los palmiranos están en la obligación de recuperar la operación y administración de esta infraestructura. Pero no se puede permitir que la politiquería y la corrupción se tomen la nueva empresa que debe constituirse para cumplir con ese objetivo. Para este logro se requiere de un alcalde y unos concejales comprometidos en sacar adelante este proceso, o por el contrario, que sea el pueblo a través de un referendo que se realizarìa un día antes de las elecciones de octubre próximo, en papeleta que diga "si o no" a la prorroga solicitada por ACUAVIVA. Si la respuesta de los palmiranos es mayor por el si, nada se podrá hacer ante la voluntad del pueblo. Pero si la comunidad se manifiesta mayoritariamente por el no, la administración municipal tendrá que ponerse "manos a la obra". En acto inicial, instalar una auditoria externa y un control interno permanente, eficiente, responsable y comprometido en la protección de la empresa, para que ACUAVIVA no la deje decaer en la etapa final del contrato. Paralelamente, se debe constituir una empresa industrial y comercial del estado, blindada contra la voracidad de los políticos, con una gerencia apoyada en los perfiles que se utilizan en las empresas públicas de Bogotá y Medellín, ojalá en sociedad con los mismos usuarios del servicio.
ACUAVIVA le ha dado un manejo de calidad y responsabilidad a su negocio. Es lo que saben y tienen que hacer. De lo contrario, no ganan dinero para transferir a sus dueños en Francia. También es cierto, que es una empresa que tiene una posición dominante, autoritaria y arbitraria, en contra de sus usuarios y que ha llevado a muchos de ellos a aguantar hambre, para cancelar las facturas, algunas ilegales, para que no les embarguen sus casitas.
ACUAVIVA no ha cumplido con los compromisos pactados en la escritura de arrendamiento de las redes; no ha trasladado a la CVC, los dineros cobrados durante 10 años a los usuarios – por vertimientos y sobretasa ambiental – y que estarían consignados en sus cuentas bancarias obteniendo jugosos intereses; la empresa no tiene asegurado con pólizas de cumplimiento el contrato ni las redes de los sistemas de acueducto y alcantarillado; explota la cuenca del río Nima, sin reinvertir un solo centavo en reforestación, preservación, mantenimiento y recuperación; dice la contraloría municipal en su auditoria, refiriéndose al análisis del contrato: "Razón por la cual el Municipio de Palmira no debe prorrogarlo, ya que además de los riesgos existentes, las facultades otorgadas a la Empresa ACUAVIVA SA E.S.P. no permiten una selección objetiva y efectiva del operador, ni se da la oportunidad de una libre competencia que genere mayores y mejores privilegios tendientes a favorecer los intereses y derechos de los usuarios y del Municipio de Palmira". Ni hablar de los beneficios que los alcaldes Calle, Motoa y Castro y sus concejales han obtenido para mantenerse en el poder. No hay evidencias de contratos que les permitiera pagar subsidios, por parte del municipio a ACUAVIVA, cobrados por esta empresa por un valor de $4.937.228.660 correspondientes al período abril de 2001 a julio de 2002, existiendo una diferencia de tres mil tres millones pesos ($3.003´000.000) como detrimento para el Municipio de Palmira.
Ni hablar del beneficio obtenido por algunos concejales con puestos en la nómina de ACUAVIVA; cuentan nuestras fuentes que Luís Alfonso Chávez, tiene 8 amigos políticos allí colocados. William Alberto Rodríguez Cabal, a quien favorecieron nombrando a su esposa en el cargo de Jefe de Control Interno, y de ella se afirma no tiene el perfil profesional, ni la experiencia y la responsabilidad para ejercer el cargo. Referente a Control Interno de ACUAVIVA, dice la contraloría municipal en su auditoria: "no se obtuvo por parte del Municipio de Palmira, documento alguno que permita verificar una actuación diligente en ejercicio de las obligaciones del control interno".
Los nombramientos de personal realizados por la empresa ACUAVIVA para realizar el cambio de 7 mil medidores, no han sido eficientes, pues no tiene ese personal conocimiento del área urbana de la ciudad; manifiestan nuestras fuentes en dicha empresa, que son los trabajadores antiguos quienes tienen que realizar dicha labor. La convención de trabajo se está violando por la empresa y el sindicato permanece acallado.
Mientras en los juzgados administrativos se surten varias acciones populares contra ACUAVIVA, y los palmiranos se encuentran en pié de lucha para defender sus bienes y recursos de la voracidad de los colonizadores franceses, no deben descuidar por un instante, al alcalde Castro y a su coalición de concejales, así estos últimos lo nieguen, en cualquier momento se podría conocer que, en algún lugar del municipio, se están repartiendo nuevamente "cajitas" con billetes, como prima de éxito para aquellos que de un zarpazo apoyen con su voto la ampliación del contrato.
Y finalmente, el gerente de ACUAVIVA, Álvaro Arbelaez, no debe ser prepotente, engreído y grosero con los palmiranos, pues su millonario sueldo de más de $18 millones de pesos (U.S. $9300 dólares) mensuales, lo pagan los palmiranos con el sudor y el sufrimiento de sus familias.
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