GOTAS DE O2.
POR: MANUEL FERNANDO MUÑOZ B.
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“La ola conserva siempre su frescura, por más que a su acceso se oponga la endurecida roca; y, al fin, esa roca es vencida por aquella, solo porque la roca es statu quo y la ola es corriente”. Rafael Núñez.
La fuerza de un grupo político estancado y decadente, es la palanca de otro igual, y a la postre, se necesitan entre si para intercambiar sus debilidades y miserias individuales para ganar fortaleza electoral y sobrevivir, utilizando sus arraigadas practicas politiqueras, taimadas y perversas.
La finalidad de estas organizaciones es sostener su ya escasa clientela con puestos y contratos, sin importar que su desprestigio acreciente raudamente y con este el de su partido político.
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La doctora María del Socorro Bustamante, dueña del grupo Alternativa Popular Liberal alcanzó un promedio de 4850 votos en las pasadas elecciones para asambleas liberales, que le permitieron obtener 14 curules de las 20 que tiene el directorio municipal liberal. Es decir, que la exsenadora Bustamante a través de sus 14 amigos, detenta el poder absoluto dentro del directorio y está plenamente demostrado que no se vota nada ni se elige a nadie, sin su consentimiento.
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La democracia merece el respeto de todos, así vivamos en una democracia bastante imperfecta; pero de ahí a respetar a quienes en mayorías atropellan, aplastan e irrespetan normas y directrices trazadas por la Dirección Nacional Liberal, como lo hicieron el presidente del directorio municipal, Héctor Mario Duran (miembro de Alternativa Liberal Popular) y su secretario general, el uribista Enrique Aparicio Durán (quien apoyó a Senado al Partido de la U y a Cámara a Cambio Radical) para favorecer a un candidato a la alcaldía, obrando en amancebado contubernio y en escondido proceder, para expedir una resolución arbitraria y espuria, que les permitió excluir a las minorías del Partido en Palmira a su candidato a la consulta interna no merecen como políticos, el más mínimo de los respetos.
Alternativa Popular Liberal se encuentra atrapada en el imán de los beneficios individuales, para mantener sus cuotas dentro de la administración del alcalde uribista de Palmira. Lo anterior no ha sido un impedimento ni ético ni moral y mucho menos político, para que este grupo mantenga sus 2 secretarios en el gabinete, e incluso a la esposa de uno de sus concejales en la nómina del municipio.
Desde el pasado 10 de mayo el Partido Liberal en Palmira está dando su apoyo al aspirante a la alcaldía, William Alberto Rodríguez Cabal, que en los últimos años ha estado totalmente alejado del Partido, respaldando candidatos de Cambio Radical al Congreso y alcalde uribista; un pretendiente que tiene un pacto firmado con CONVERGENCIA CIUDADANA para escoger candidatos a alcalde de Palmira, a Asamblea y Gobernación del Valle del Cauca de esa misma organización política, en una actuación de bajeza ideológica y deslealtad liberal y en descarada y comprobada doble militancia. Un candidato que es una vergüenza para el Partido, por sus cuestionadas acciones y actuaciones contra la ética, la moral y contra la Constitución y las leyes de La República, que para nada han detenido a la doctora Bustamante, quien necesita de esos votos en su aspiración como candidata del Partido Liberal a la Gobernación del Valle o, en caso tal, negociarlos en alguna alianza electorera.
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Es cierto que la ética y la moral no son principios ni valores necesarios en el ejercicio de la política. Al menos esa es una afirmación que ha sido escuchada a las dirigentes María del Socorro Bustamante y Janeth Restrepo de Alternativa Liberal en algunas conversaciones. Se supone que con base en esta “filosofía”, la aspirante a la consulta del liberalismo a la gobernación, María del Socorro Bustamante, negoció con el Partido de la U, (grupo caicedista), 3000 votos y con los uribistas de Cambio Radical (callismo, motoismo, lopismo y rodriguizmo) y Convergencia Ciudadana (Agudelo Londoño) 1500 votos más en Palmira. Un sector del Colectivo Palmira Liberal le aportó alrededor de 700 votos. Este ejercicio que le rindió frutos personales a la candidata Bustamante, es no sólo contrario a los intereses del Partido, sino que desvirtúa la realidad de la capacidad electoral que pueda alcanzar el mismo en ulteriores elecciones.
El futuro del Partido Liberal palmirano sigue siendo muy oscuro y vive hace rato su agonía; se percibe que el cansancio y el hastío harán mayor mella en los pocos liberales palmiranos que aún creen en la colectividad de Uribe Uribe, Gaitán y Galán; no se distingue un interés en intentar la renovación de la dirigencia por trabajar en la recuperación de la credibilidad de la política y del ejercicio de la gestión y administración de lo público, a través de un buen gobierno.
Mi obligación, mi compromiso y mi responsabilidad ciudadanos están con Palmira. La lucha apenas comienza; la corrupción sigue ahí. Callaré cuando los polítiqueros perpetren sus amenazas o cuando los palmiranos alcancen la dignidad de cumplir con su deber de participar como ciudadanos y eligiendo buenos gobernantes, que erradiquen la politiquería y la corrupción.
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